La técnica consiste en introducir a través de agujas muy finas, semillas radiactivas de Iodo-125 directamente en la próstata, que emiten una radiactividad de baja energía a lo largo de un período de varios meses (en el caso del Iodo-125), reduciendo progresivamente su actividad. Se trata de un tratamiento ambulatorio con estancias en el hospital de menos de 24 horas.

 Desde su implantación en España hace diez años, se han llevado a cabo más de 6.000 implantes de braquiterapia prostática en todo el país, con altos índices de curación y mejoras en la calidad de vida de los pacientes. En la Comunidad Valenciana se inició este procedimeinto terapéutico en el Hospital NISA Virgen del Consuelo dónde, además, se desarrolla el sistema de planificación Simuplan, que tiene certificación por la FDA.

Un diagnóstico precoz del cáncer de próstata permite tasas de curación superiores al 90 por ciento, ya que en las primeras fases del tumor se pueden emplear procedimientos menos agresivos para el paciente y con menos efectos secundarios, como es el caso de la braquiterapia.

Por ello, los especialistas recomiendan que a partir de los 50 años, los hombres se hagan una revisión prostática anual. Una edad que desciende hasta los 45 años, en el caso de que haya antecedentes familiares de cáncer de próstata.
 
El responsable del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Nisa Virgen del Consuelo, Luis Larrea, consideró hoy «incomprensiblemente bajo» el número de pacientes con cáncer de próstata que se trata en España, en especial en Valencia, con Braquiterapia cuando se trata de una técnica que entre otras ventajas conlleva menos tiempo de tratamiento y menos efectos secundarios para el paciente, sobretodo mayor preservación de la potencia sexual.