La Fundación Hospitales Nisa organiza una jornada Informativa sobre enfermedad de Alzheimer y el deterioro cognitivo.
Diez años antes de desarrollar demencia, la enfermedad de Alzheimer se puede detectar con las pruebas diagnósticas adecuadas
La Fundación Hospitales Nisa ha organizado una Jornada Informativa sobre la enfermedad del Alzheimer y el deterioro cognitivo que se enmarca dentro del año del Alzheimer que termina en 2011. Los doctores que dirigen la Clínica de Memoria del Hospital Nisa 9 de Octubre, Antonio del Olmo, neurólogo, y José Mazón, neuropsicólogo, han sido los encargados de hablar de la importancia del diagnóstico precoz del Alzheimer y de contestar a todas las dudas que tanto a los familiares como a los pacientes que sufren esta enfermedad les puedan surgir.
El objetivo y el empeño de estos dos Dres. es luchar contra las fases iniciales del Alzheimer para poder hacer un diagnóstico precoz de una enfermedad que amenaza con convertirse en la pandemia del s XXI. Uno de cada 10 mayores de 65 años padece la enfermedad y el porcentaje se dispara hasta un 40% entre los octogenarios.
“La tendencia a no dar importancia a los fallos de memoria, repetición de preguntas, o a no encontrar la palabra adecuada, asociando estos síntomas a la edad, puede suponer la no detección de un deterioro cognitivo incipiente. Si se retrasa el diagnóstico de estos procesos y se realiza en fase de demencia, aunque sea en estadio leve, ya es demasiado tarde para prevenir, revertir y controlar la inexorable progresión del deterioro cognitivo”, explica el Dr. del Olmo.
De hecho, advierte, “es importante detectar los casos en sus primeros síntomas porque cuando se descubre la demencia, aunque sea leve, la situación suele ser irreversible” “Diez años antes de desarrollar demencia, la enfermedad de Alzheimer se puede detectar con las pruebas diagnósticas adecuadas”, añade.
El trastorno de memoria suele ser el síntoma inicial de la enfermedad de Alzheimer, por lo que es importante una evaluación adecuada de este problema, así como de todos los factores de riesgo -hipertensión, diabetes, colesterol, etc.- que pueden dañar nuestro cerebro. Para ello, matiza el Dr. del Olmo “trabajamos desde una consulta integrada neurológica (valoración de factores de riesgo, exploración física y neurológica completa) y neuropsicológica (realización de test cognitivos apropiados) con el fin de emitir un informe conjunto integrado sobre la situación funcional cognitiva, un análisis de los factores de riesgo de demencia y un programa estratégico de seguimiento personalizado para abordar las diferentes terapias tanto farmacológicas como no farmacológicas”.
El estudio del paciente puede completarse con estudios de neuroimagen y otros análisis específicos como es el estudio de “marcadores biológicos” de la enfermedad de Alzheimer en LCR (liquido céfalo-raquídeo) obtenido por punción lumbar o analítica de sangre específica para la enfermedad de Alzheimer, cuando el diagnóstico definitivo sea dudoso.