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Radiocirugía en metástasis cerebrales, alternativa terapéutica y lucha de supervivencia


El Hospital Nisa Virgen del Consuelo puede tratar más de 500 radiocirugías cada año.

Los tumores que en su evolución suelen desarrollar con mayor frecuencia metástasis cerebrales suele ser carcinomas pulmonares y mamarios, tumores gastrointestinales y melanomas.
Hasta la aparición de la radiocirugía, la principal opción de tratamiento para las metástasis cerebrales consistía en la administración de radioterapia sobre todo el cerebro con carácter paliativo, en un periodo corto de tiempo (1-2 semanas) y con la intención de conseguir una mejoría clínica del paciente de modo rapido pero no definitiva.
Hasta la incorporación de la radiocirugía con una intención más radical, solo en los casos de metastasis cerebrales aisladas, localizadas en lugares accesibles y en pacientes con buen estado general, se indicaba la resección quirúrgica y posterior radioterapia complementaria.
En este sentido, hay que mencionar la notable contribución y difusión que viene ejerciendo el Hospital Nisa Virgen del Consuelo desde hace ya 8 años cuando incorporó por primera vez la radiocirugía cerebral a su abanico terapéutico para su aplicación y tratamiento de tumores cerebrales primarios o metástasis. En suma, el numero de pacientes tratados con esta técnica en el Hospital Nisa Virgen de Consuelo, alcanza en la actualidad un volumen mayor de 2000 enfermos, y contamos en el momento actual con una capacidad potencial de tratamiento en más de 500 radiocirugías cada año, hecho que por otro lado se encuentra todavía muy lejos de la realidad y de los consensos médicos internacionales, ya que en nuestro medio sigue siendo una técnica infraindicada a pesar de sus excelentes resultados. Hay que señalar que el primer factor determinante para que estos pacientes puedan acceder y beneficiarse de esta opción terapéutica es indudablemente, el desconocimiento por parte de los propios profesionales de la salud y/o la poca sensibilización respecto a su potencial efectividad, lo cual se traduce en desinformación para el paciente con el consecuente empeoramiento del curso evolutivo de su enfermedad.

Dentro de las ventajas que ofrece esta técnica por un lado permite la destrucción de tumores cerebrales alojados en zonas muy delicadas del cerebro, en los que su abordaje mediante cirugía sería altamente comprometido o del todo inviable. Por otro lado resulta destacable su inocuidad, es decir en general se trata de una técnica conservadora pero con una finalidad radical, que ofrece pocos efectos secundarios y resulta muy comoda para el paciente, puesto que a pesar de ser un tratamiento complejo que exige una alta tecnológía, la radiocirugía cerebral se realiza habitualmente de modo ambulatorio, no precisando incisiones previas ni anestesia general para su realización. La única limitación estaría en relación con su indicación clínica, pudiendo abordar con éxito unicamente determinados tumores y/o metastasis cerebrales que no excedan un tamaño superior a 4 cm, siempre que se trate de lesiones únicas o en un numero reducido.

Desde este prisma la corriente de pensamiento iniciada y seguida, dentro del más estrecho rigor cientifico con los resultados internacionales, por el segmento responsable de la Unidad de Radiocirugía del Hospital Virgen del Consuelo afirma que “todavía hoy muchos especialistas consideran que la aparición de dos o más metástasis cerebrales constituye una situación incurable, de pronóstico irreversible y terminal. Sin embargo los pacientes que sufren una o varias metástasis cererales pueden ser tratados con éxito mediante radiocirugía”. Desde el año 2006 en relación con la celebración del X Congreso de la Sociedad Española de Radiocirugía del cual fue sede y organizador el Hospital Virgen del Consuelo, se establece el primer consenso médico en el que se indica que con esta técnica se puede controlar cerca del 90 % de estos pacientes con repercusión para su media de supervivencia la cual puede ampliarse a más tres años, considerando el futuro o pronóstico de la enfermedad más en relación con el control del tumor originario y del estado general de salud del paciente pero no del hecho de padecer metastasis cerebrales. De este modo, se concluye a la luz de las cifras y resultados obtenidos, que resulta un hecho cientificamente provado, el papel de la radiocirugía cerebral aplicada a casos de pacientes seleccionados, con buen estado general previo, que padecen menos de cuatro metastasis cerebrales, con su tumor de origen bien controlado, puede ampliar su supervivencia por encima de los tres años, con excelente calidad de vida, una evolución neurológica favorable y escasos efectos secundarios